jueves, abril 27, 2006

La cultura, el estado y la propiedad privada

Recuerdo un debate sobre cultura, empresas privadas y políticas culturales que vi en el programa de Andrés Oppenheimer. Por un lado la opinión de Bayly (sí, Jaime), que argumentaba que no era posible el proteccionismo cultural, y por el otro, Carlos Monsivais que le decía que de acuerdo, que no entendía bien la oposición de Bayly contra él, y que el rol de los estados es la promoción de capacidades, promover la cultura, pero nunca protegerla.
 
De arranque entonces vamos viendo que con el tema de la cultura, el estado y el turismo hay varias cosas que discutir. En primer lugar, que no se puede privatizar de por sí el patrimonio. El mercado se maneja bajo parámetros de libre competencia (en escenarios ideales) y de costo/beneficio. ¡Y están en todo su derecho! Pero por lo mismo, porque así funciona el mercado y la empresa privada, no se puede dejar así por así el cuidado del patrimonio arqueológico. Que se debe incentivar el turismo, perfecto, pero bajo marcos bien establecidos y con algún régimen tributario que permita seguir manteniendo el patrimonio, su conservación e investigación, cuando la industria sin humos comience a atraer a muchos turistas (extranjeros y nacionales). Ojo con que España e Italia ahora se encuentra en una situación compleja, ya que los costos de mantenimiento (que los cubre el estado) por limpieza, seguridad, etc., son casi iguales a los beneficios (por impuestos). Entonces, el negocio está mal planteado.
 
Luego viene el rol del estado como promotor de la cultura. De nuevo, la idea es brindar facilidades para que la gente pueda producir. No se trata de "proteccionismos", sino de generar condiciones para el libre desarrollo cultural de la gente. No más y no menos. Eso requiere inversión en investigación, enseñanza, conservación. El estado y las políticas justamente son para el largo plazo. Que si debe tener un costo para la gente o no, allí estoy medianamente de acuerdo con Camilo Dolorier (en un debate ocurrido en una lista de interés). Pero también se debe ver la forma para atraer más público. Cuento una anécdota. El año pasado estuve en el Cusco y no había podido ir nunca al sitio arqueológico de Pisaq. Llego y el responsable del acceso me informa que solo podía entrar si compraba mi boleto-paquete, que no habían boletos individuales. Imposible, yo me iba en 4 horas a Puno, por lo que me quedé con las ganas. Allí son las autoridades que no ven formas creativas para que la gente visite Pisaq (como el resto de sitios en el Cusco).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pienso que las opiniones vertidas a favor de la privatización demuestran un gran desconocimiento en muchos aspectos... ahora no las voy a señalar... El año pasado también estuve en Cusco y fui a Pisaq, llegue al sitio y me exigieron lo mismo, es decir el boleto-paquete, lo único que hice fue explicar que solo queria visitar Pisaq y me cobraron una entrada individual, asi de sencillo, me parece que usted Morsa le falto explicarse bien... eso es todo.. Asi también paso en Sacsahuayman y nuevamente explique adecuadamente que solo queria visitar ese sitio y también me cobraron una entrada individual...Asi que no veo el problema.. donde si veo un problema son los precios que para el grueso de nuestra población son exhorbitantes.. lo que los deja sin la posibilidad de conocer su propio patrimonino... Saludos.

Roberto dijo...

por supuesto que le dije eso y me dijeron que no habían entradas individuales, que en todo caso podía comprar un paquete "medio" (estaba con mi enamorada). pero que ese no me servía para nada más.

a todas luces eso me sonaba a trafa.

luego consultando con otros amigos me confirmaron que no era eso posible.