domingo, octubre 23, 2005

Reseña: Arqueología y sociedad, por Luis G. Lumbreras

Siempre será una buena noticia la publicación de un libro peruano sobre arqueología. En un campo dominado por las publicaciones e investigaciones escritas y habladas en inglés, un nuevo libro sobre arqueología andina hecho en lengua castiza es para celebrar.
 
Publicado por el IEP, que viene publicando ya varios libros sobre arqueología peruana (ojalá que la costumbre quede), ha salido Arqueología y sociedad de Luis G. Lumbreras, colección de artículos reunidos y editados por Enrique González Carré y Carlos del Águila. El libro es coeditado por el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú y el Instituto Andino de Estudios Arqueológicos - Indea.
 
 
El libro es ciertamente bueno, porque no solamente recopila muy bien decenas de textos escritos por Lumbreras en los últimos 30 años, textos además según el autor escritos como "apuntes a mano alzada" (p. 22) para distintos colegas y alumnos. La sinceridad siempre estará bien, el problema es que es la tercera vez que lo dice (las dos anteriores fueron para sus dos ediciones de Arqueología como Ciencia Social). La recopilación además intenta dar una forma orgánica a su pensamiento y a su propuesta, está es, una arqueología marxista o como la llama una "arqueología como ciencia social": Fundamentos para una arqueología cultural, Hacia una teoría de la Observación, La búsqueda del dato empírico, La elaboración del dato empírico, Ensayos sobre la teoría y el método, Estudios arqueológicos sobre el Estado y Notas sobre la arqueología como profesión.
 
La obra académica (no voy a meterme con su obra como gestor de la cultura) de Lumbreras siempre se ha caracterizado por cierta coherencia y justamente la facilidad con la que ha sido tejido el libro, colocados los artículos en sus respectivos lugares, y que haya quedado como una obra orgánica así lo demuestra (salvo el capítulo sobre la arqueología como profesión que debió ser puesta al día. Inclusive, el recordado plan de estudios de arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos del año 1986 fue pensado como un reflejo de un programa básico de investigación arqueológica y que, ya no debería quedar duda, se ve también en el libro que tenemos entre manos.
 
El problema del libro sin embargo es su falta de puesta al día. Nuevos problemas y nuevas ideas han surgido en la arqueología mundial en las últimas décadas y no encuentran su espacio en esta edición (que debió ser revisada por el autor). A diferencia de su clásico Arqueología como Ciencia Social (Ed.Histar, 1974), enmarcado en un contexto de cambios y luchas sociales en América Latina y pensado como una respuesta orgánica a la arqueología antropológica norteamericana (la por entonces nueva "nueva arqueología"), este nuevo libro aparece como añejo, como algo que debió hacerse hace mucho, pero que sabe a viejo (el libro de teoría arqueológica más reciente es el básico de Bruce Trigger, Historia del Pensamiento Arqueológico, Editorial Crítica, 1992, Barcelona). El debate sobre el sujeto de estudio, los estudios de género en arqueología, la incorporación de la agencia social como concepto de análisis, la "devolución" del estudio, etc., no han pasado por Lumbreras. A pesar de todos sus reconocidos aportes (a mi juicio, su mejor invento es el uso de la categoría Unidad Arqueológica Socialmente Significativa - UASS (la unidad arqueológica, basada en un contexto determinado, mínima que puede dar cuenta de una actividad social concreta, Lumbreras, 2005: 83-87), un intento de construir una semántica o poética de análisis e interpretación originales en la arqueología), no hay el diálogo ni contextualización que convirtió a Lumbreras en esa suerte de Apu que fue en los 70s. El repliegue del movimiento popular en América Latina y específicamente en el Perú (debido al ataque tanto de Sendero Luminoso como de las Fuerzas Armadas, CVR, 2003), la caída de la URSS, etc., no han pasado para el viejo Lumbreras, por lo que su libro es pues un libro agotado, interesante porque ya no buscaremos sus textos en perdidos números de la Gaceta Arqueológica Andina.
 
 
Así su relación con el concepto de cultura obvia, desde el propio marxismo, toda la bibliografía que existe sobre este término publicada justamente por investigadores marxistas como Raymond Williams o Terry Eagleton. Incapaz de hacer un ejercicio de incorporación de dicha idea a una teoría materialista histórica, Lumbreras entrega el término justamente a los que se encuentra, según él, en la otra rivera: los idealistas (y, me imagino que siguiendo su lógica, a las fuerzas reaccionarias al interior de la disciplina). En 1974 Lumbreras definía cultura como "el conjunto de elementos materiales que definen un nivel de desarrollo de las fuerzas productivas y que, al mismo tiempo, permiten establecer diferencias entre una etnía y otra" (Lumbreras, 1974: 26). No es casualidad que el autor no pudiera enfrentarse al estudio de la superestructura, tal como lo escribió como una suerte de epitafio en ese mismo libro: "De todo lo dicho, vemos que los arqueólogos tenemos muchas limitaciones en el estudio de la superestructura". ¿Cómo no va a tenerla si justamente todo su enfoque se centra y concentra en la base de la sociedad y no en la formación social en su conjunto?
 
Desde un enfoque marxista asumido, Eagleton ha hecho recientemente una genealogía del término cultura y ha tratado de devolverle su capacidad creadora, transformadora. Puede ser la "estructura de sentimientos" de Williams o el efecto vivo de todos los elementos que intervienen en las relaciones sociales. Por ende, una teoría de la cultura debería estudiar las relaciones que dan vida una forma de vida en su conjunto (Eagleton, 2000: 60). Muchos de los llamados nuevos movimientos sociales ubican la cultura como un campo de batalla (ver Alvarez, Dagnino and Escobar, 1998)... ¿y aún se puede decir que la cultura es un término caduco o reaccionario? ¿colonialista?
 
Así, incluso, su entrada al estudio arqueológico del Estado aparece complicada. La define como "la expresión jurídica de las relaciones de poder que se establecen en las sociedades divididas en clases" (Lumbreras, 2005: 194). Olvida Lumbreras estudios más recientes sobre el Estado que lo llegan a considerar una formación en constante cambio o movimiento. El estado es algo que se inventa, un proyecto ideológico, una legitimación (siguiendo a Weber), y por lo tanto un campo también de lucha. La constitución de un estado incaico, o la aparición de un estado (¿o muchos estados?) en la costa norcentral, requirió un gran esfuerzo para buscar la legitimación de las relaciones de poder y luego que las clases dominantes se imaginen a sí mismas como tales, dentro de un Estado. Alianzas, negociaciones. Construcción de hegemonía. Prácticas cotidianas. Claro, para entender todo esto necesitamos entender también como se construye el poder desde el espacio doméstico. Si hay poder y dominación es casi seguro que también debe haber resistencias. ¿Hemos hecho algún esfuerzo desde la arqueología para leer estas realidades sociales? No escapamos aún de lo que se han llamado los "globitos sin rostro" (faceless blobs, según la literatura anglosajona). Actuamos con nuestros objetos de estudio (los restos materiales) como si detrás de ellos no hubiera habido gente con rostro y con voz. La superestructura es separada de modo casi mecánico por Lumbreras y queda fuera del estudio o del programa de investigación que propone. De ese modo, el estudio de los rituales, donde podríamos entender el funcionamiento de un estado y el intento de las clases dominantes por legitimar las relaciones de dominación, queda fuera.
 
 
¿Qué podemos decir como suerte de balance del libro? Que vale la pena leerlo. Tanto porque son artículos fundamentales para entender la historia de la arqueología peruana o porque el concepto de UASS abre las posibilidades para el registro como para el proceso de intepretación del pasado arqueológico. Y, sobre todo, porque es necesario un debate más abierto, franco con los arqueólogos fundacionales de nuestra disciplina.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos ante todo Roberto.
Felicitaciones por tu página a la cual auguro mucho tiempo de vida.
Me parece que tu análisis acerca delas últimas publicaciones del Dr. Lumbreras son acertadas. Es una crítica constructiva. Sin embargo, no estoy de acuerdo en algunos aspectos. Para resumir quisiera que me digas qué arqueólogo peruano o extranjero en la actualidad, en el Perú, hace un planteamiento teórico-metodológico en base a nuestra realidad o que toque ciertos aspectos de ella. El Dr. Lumbreras trata de proporcionar pautas y vectores de análisis, desfasadas o no, pueden ser tomas en cuenta por quien quiere realizar el trabajo arqueológico. Por lo menos el Dr. Lumbreras intenta dar puntos de apoyo para una comprensión de la arqueología de manera orgánica. Quisiera que me dijeras qué otro arqueólogo se interesa en estas cuestiones (a parte de ti), que son importantes para darle razón al trabajo del arqueólogo.
Debo resaltar que una de tus cuestionamientos, en estos momentos, parte de una premisa falsa, puesto que el Dr. Lumbreras ya no utiliza el término de cultura. Como debes de saber, los marcos teóricos manejan sus propios conceptos, y en estos momentos el Dr. Lumbreras, no lo concibe. Como lo señalas, existe toda una geneología de dicho concepto, ¿por qué podría servir ahora si mañana cambia?. Fnalmente, tú mismo lo apuntas, "Que vale la pena leerlo. Tanto porque son artículos fundamentales para entender la historia de la arqueología peruana o porque el concepto de UASS abre las posibilidades para el registro como para el proceso de intepretación del pasado arqueológico".
Bueno, ya habrá tiempo de conversar más.
Cristián

Roberto dijo...

Cristián, gracias por el comentario. Cómo ves, pienso como tú que Lumbreras tiene un discurso orgánico y que se comprueba en el modo de organizar un libro de artículos escritos a lo largo de décadas. Aparentemente fue un trabajo fácil. Del mismo modo, nunca he dicho que Lumbreras utilice el concepto cultura actuamente, y justamente esa es mi crítica: es un concepto no solamente útil sino fundamental justo ahora, en estos tiempos, cuando la cultura se convierte en un campo más de batalla entre otras de los distintos movimientos sociales: negros, mujeres, indios, obreros, desempleados, etc. Por allí va mi comentario y la pregunta: ¿podemos decir algo al respecto desde la arqueología?

Un abrazo y de hecho voy a tratar de extenderme más adelante.

Roberto

Anónimo dijo...

Cuando la escuela de Barcelona me diga qué debo usar en vez de "cultura", seguire usando el concepto, como Bate.
Me parece que la UASS es la traduccion hacia la "Arqueologia Social" de la SU de Edward Harris, asi que habria que relativizar el "invento".

Roberto dijo...

Me detendré en otro momento en la idea que no hay pues "invenciones", sino que todo en realidad es colaborativo. Y sobre la escuela de barcelona, habría que hacer todo un estudio sobre su transcendencia. De acuerdo, habría que ver qué proponen en cambio.

Anónimo dijo...

escuela de Barcelona??..que es esto?...que corona tienen?...en todo caso como neo-marxistas fundamentalistas son tan validas como cualquier corriente teorica anglo-sajona o cualquier otra.

Anónimo dijo...

Sr. Roberto...
por que ha sido tan condescendiente con el Sr. Lumbreras....el libro, editado por "su gente", es uno de los engaña muchachos mas grandes de los ultimos tiempos, un "refrito gigantesco", que ademas deberia titularse "Arqueologia y Sociedad....de Mineria y Petroleo...Nacional de Industrias, etc...por lo que el actual director del INC ha hecho con el patrimonio arqueologico del Peru.

Anónimo dijo...

¿Escuela de Barcelona?.Me gustaría saber a que se refieren cuando dicen eso. Yo estudio mi doctorado en la Universidad Autónoma de Barcelona y no he visto a ningún neomarxista salvo a Randy McGuire oa Antonio Gilman que nos visitan de vez en cuando). Por el contrario, alli se hace una arqueología basada en los clásicos marxistas. La bibliiografia de los integrantes de este Departamento está disponible y si alguien la quiere conocer se la puedo pasar de inmediato. No es poca asi que supongo que existe una simplificación y, sobre todo, desconocimiento de la realidad. Asimismo, el próximo año organizaremos un seminario en Lima a cargo de Vicente Lull, el catedràtico principal del departamento de Prehistoria de dicha casa de estudios, asi que quzia alli se encuentren las respuestas que algunos buscan para sus vidas sin apus. Alla no hay apus menos mal, pero siempre se pueden encontrar aunque no se hallen. Ademas, en estos dias presentaremos un esfuerzo colectivo sintetizado en un libro y que ya se dará a conocer en su despliegiue.
Un saludo:
Henry Tantaleán

Anónimo dijo...

¿Escuela de Barcelona?.Me gustaría saber a que se refieren cuando dicen eso. Yo estudio mi doctorado en la Universidad Autónoma de Barcelona y no he visto a ningún neomarxista salvo a Randy McGuire oa Antonio Gilman que nos visitan de vez en cuando). Por el contrario, alli se hace una arqueología basada en los clásicos marxistas. La bibliiografia de los integrantes de este Departamento está disponible y si alguien la quiere conocer se la puedo pasar de inmediato. No es poca asi que supongo que existe una simplificación y, sobre todo, desconocimiento de la realidad. Asimismo, el próximo año organizaremos un seminario en Lima a cargo de Vicente Lull, el catedràtico principal del departamento de Prehistoria de dicha casa de estudios, asi que quzia alli se encuentren las respuestas que algunos buscan para sus vidas sin apus. Alla no hay apus menos mal, pero siempre se pueden encontrar aunque no se hallen. Ademas, en estos dias presentaremos un esfuerzo colectivo sintetizado en un libro y que ya se dará a conocer en su despliegiue.
Un saludo:
Henry Tantaleán

Omar Pinedo y Henry Tantaleán dijo...

¿Escuela de Barcelona?.Me gustaría saber a que se refieren cuando dicen eso. Yo estudio mi doctorado en la Universidad Autónoma de Barcelona y no he visto a ningún neomarxista salvo a Randy McGuire oa Antonio Gilman que nos visitan de vez en cuando). Por el contrario, alli se hace una arqueología basada en los clásicos marxistas. La bibliiografia de los integrantes de este Departamento está disponible y si alguien la quiere conocer se la puedo pasar de inmediato. No es poca asi que supongo que existe una simplificación y, sobre todo, desconocimiento de la realidad. Asimismo, el próximo año organizaremos un seminario en Lima a cargo de Vicente Lull, el catedràtico principal del departamento de Prehistoria de dicha casa de estudios, asi que quzia alli se encuentren las respuestas que algunos buscan para sus vidas sin apus. Alla no hay apus menos mal, pero siempre se pueden encontrar aunque no se hallen. Ademas, en estos dias presentaremos un esfuerzo colectivo sintetizado en un libro y que ya se dará a conocer en su despliegiue.
Un saludo:
Henry Tantaleán

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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